“Aún cuando encontráramos el modo de alimentarlos, sería imposible asegurar a esa multitud condiciones decentes de vida. Sobrevivir como ratas no es lo que desearíamos para nuestros hijos y nietos.” (Jacques Cousteau, en la Reunión de Río, ECO’92)
“Sin modificar los patrones que guiaron el desarrollo de los últimos cien años, el planeta está frente a un callejón sin salida. Aceptar un fracaso equivale a admitir que esos cambios no son posibles. Los gobiernos, los verdaderos responsables de ejecutar los cambios a los que el mundo se comprometió en Río, no han cumplido con el espíritu de la Eco’92” (Maurice Strong, canadiense, presidente de la Eco’92)
La contradicción se expresa por un lado en la necesidad de explotar los recursos materiales que se requieren para satisfacer las necesidades crecientes de la población que crece, y por el otro, la conservación del entorno y el medio ambiente para nosotros y para las generaciones venideras, lo que implica la explotación racional, de los recursos renovables (agua, madera, energía, biomasa, etc.) y no renovables (petróleo, gas, carbón, etc).
En próxima edición de Diciembre, información sobre la Cumbre del Cambio climático en Egipto