Documentos de la FAO frente a la situación global
Sintetizamos la posición de Mario Lubetkin, subdirector de la FAO y representante para América Latina y el Caribe, y de expertos locales.
“Los últimos años han sido de los más desafiantes en términos económicos para la región. La pandemia por COVID y sus consecuencias económicas y sociales, el conflicto en Ucrania y la crisis económica global, han generado una tormenta perfecta.
Además de la escalada de los precios internacionales de los alimentos iniciados en 2020 a raíz del comportamiento de los aceites vegetales y cereales, se suma la ruptura de la cadena de la energía y los fertilizantes producto de la guerra.
Como consecuencia, hoy enfrentamos el ciclo inflacionario de precios de alimentos más alto de los últimos años y nuevamente son los más pobres los más afectados. Actualmente, los alimentos representan dos tercios de a inflación en los hogares de menores ingresos, ya que son los más pobres los que gastan una proporción más alta de sus ingresos en comida.
Como consecuencia, esto repercute de forma directa en el acceso a una dieta saludable y el aumento en las cifras de hambre.
El aumento de las cifras de pobreza e inseguridad alimentaria en América Latina y el Caribe demanda la generación de medidas de apoyo permanentes y no solo como respuesta a contingencias. Actualmente 56,5 millones sufren hambre en nuestra región.”
En reciente Encuentro de la FAO en Chile analizó la necesidad de medidas dirigidas a asegurar la seguridad alimentaria y la erradicación del hambre y la convocatoria a los ministros de Agricultura de la CELAC en Buenos Aires, para preparar los contenidos de seguridad alimentaria, y promover la agricultura familiar.
La agricultura familiar es un tema recurrente que analizamos en Informe desde hace años, particularmente para el periurbano del Gran Buenos Aires donde radica la población más concentrada y pobre de la provincia.
ARGENTINA
A pesar de ser nuestro país un gran productor agropecuario, de granos y cereales, no escapa a la crisis alimentaria de a inflación y la extendida crisis alimentaria en gran parte de la población: alto costo de los alimentos y mala y pobre alimentación.
El experto Jorge Castro afirma que “la producción agroalimentaria actual es por definición energía-intensiva, de modo que sus costos son afectados en forma directa por el auge del precio de la energía ocasionado por la guerra de Ucrania y las sanciones impuestas a Rusia.”
Además tanto en EEUU como en Argentina experimentan severas sequías por eso dice Castro que “tanto la FAO como el FMI prevén la continuidad de los precios elevados de los alimentos, tanto en 2023 como en 2024; el cálculo de la FAO es que el costo de los alimento ha aumentado 12,7% anual en los primeros 9 meses de 2022 para los consumidores de los países avanzados y que estos precios serán todavía más elevados como Argentina con un alza de más del 100% en 2022.”
Y finaliza diciendo que “el precio de los alimentos y de la energía mantendrán niveles records según cuál sea la duración del conflicto ucraniano”.
El analista Jorge Castro afirma que “hay que terminar con la Guerra de Ucrania lo antes posible, porque es la condición para que bajen el costo de los alimentos y la energía.”
La ACNUR y la UNICEF envían a todo el mundo pedidos de colaboración para paliar el hambre y fotos de niñitos africanos desnutridos en brazos de sus madres; mientras los EEUU y la U.E. incrementan millonarios suministros de armas a Ucrania y Rusia aumenta su poderío militar.
Para qué están las Naciones Unidas?.