Quedarán sin cosechar más de 200 millones de kilos
.Las primeras estimaciones reflejan que estarían disponibles para comercializar cerca de 1,1 millones de toneladas entre peras y manzanas, volumen 11% superior al de la temporada anterior pero por debajo de la cosecha 2020.
“A esta altura del año, todavía no tenemos los números cerrados de la cosecha. Pero sí, seguramente estamos en torno a esos volúmenes de pérdida”, confió el secretario de Fruticultura de Río Negro, Facundo Fernández. En esta misma línea se manifestó el titular de la Cámara Argentina de Fruticultores Integrados (CAFI), Nicolás Sánchez: “La situación es dispar en todo el Valle. En general, las empresas cosecharon lo que proyectaban. Sin embargo, se observa que existen chacras con mucha fruta todavía en las plantas”.
Pero el problema de la actividad para este año que se inicia, analizado las variables comerciales y económicas, hoy no se centra en la fruta que está quedando en la planta. Mucho más complejo para esta temporada es la tendencia que esta mostrando el mercado, la calidad de las peras y manzanas que están siendo almacenadas en las cámaras frigoríficas, y el retraso que está sufriendo el tipo de cambio que limita la rentabilidad de toda la oferta exportable del Valle.
“Los problemas climáticos sufridos en esta temporada están saliendo a la superficie ahora. Hay mucha fruta que carece de color, marcada por las heladas y con tamaños muy chicos”, destacó Fernández en otra parte de la conversación.
Los primeros inconvenientes comerciales se están observando en la pera. Esperado por tamaño, muchos productores y empresas cosecharon en forma tardía y las consecuencias se están viendo en el mercado. “La fruta madura en solo un par de días cuando en temporadas anteriores las podíamos sostener 10 y hasta 15 días en góndola sin que explote”, confió un importante operador del Mercado Central de Buenos Aires (MCBA) al ser consultado sobre el tema.
Esto determinó que los precios cayeran sensiblemente en determinadas calidades, mucho más que proporcionalmente respecto de otras temporadas para esta misma fecha del año. Datos suministrados por el MCBA dan cuenta de que en esta semana una jaula de peras de calidad elegida se estaba ofertando en un promedio de 2.500 pesos. Para esta misma fecha del año pasado, esa jaula, cotizó cerca de los 1.800 pesos. Teniendo en cuenta la evolución que mostraron los costos internos o referenciándose solo con el índice de inflación, en términos reales e interanuales los precios de venta de la pera en el mercado local cayeron en forma importante. Hay que decir que este destino no es uno de los que más volúmenes absorbe, muy por debajo de la exportación y la industria. Misma tendencia se proyecta para la pera en el mercado brasileño, clave en esta primera parte de la temporada.